¿Me conviene más ahorrar o pedir prestado? Para entender esto primero necesitamos saber lo que es un crédito. Aquí Sergio hizo un video que explica muy bien este concepto. Ahora ya sabemos que por pedir prestado normalmente vamos a pagar un poco más de lo que pedimos, esto se llama interés y es la razón por la que el banco u otras personas nos prestan. ¡Acuérdate que no nos prestan dinero nomás por buena onda!
Parece una mala idea pedir un préstamo, muchos nos dicen al inicio que pedir prestado está mal y no deberíamos hacerlo pero ¿realmente está mal? Todos nos dicen que ahorremos siempre pero nunca nos dicen que pidamos prestado ¿En qué situaciones me conviene pedir prestado en lugar de ahorrar? Te platico...
Imagínate que queremos irnos de vacaciones y vamos a gastar $100 en un viaje a Disney Land y yo tengo la capacidad de aportar $1 todos los días para mi viaje. Obviamente un viaje cuesta mucho más pero vamos a usar estas cantidades para hacerlo más fácil 😉
Ahorro
Si yo ahorro me tardaría 100 días en completar los $100. Entonces después de un poco más de 3 meses ya me puedo ir de viaje.
Préstamo
Si yo pido prestado me van a cobrar $50 de interés por prestarme los $100 que necesito, por ejemplo. Al final voy a estar pagando $1 todos los días hasta terminar de pagar $150 en total. Pero me fui de vacaciones ese mismo día.
En esta situación yo personalmente preferiría ahorrar. Porque no necesito irme de viaje hoy mismo, es algo por lo que puedo esperar. Y si espero me va a terminar costando $100 en lugar de $150. Esos $50 después los puedo usar para otro viaje por ejemplo.
¿Pero qué pasa cuando hay algo que necesitas urgentemente?
Imagínate que un familiar necesita una operación y el hospital te cobra lo mismo $100. Tu puedes ir destinando $1 cada día solamente pero no puedes esperar 100 días para que operen a tu familiar. Necesita operarse pronto y ahí si te conviene pedir un préstamo si no tienes el dinero. Yo si lo pediría. No me importaría pagar $50 pesos más, para salvar a mi familiar con la operación. Lo bueno es que puedo ir pagando de poquito en poquito, $1 cada día.
Pues ahí si suena como una muy buena idea el préstamo. ¿Cuál fue la diferencia? La necesidad y la urgencia de lo que iba a pagar con esos $100. Unas vacaciones no las necesito y no me urgen, por eso me espero. Pero una operación si la necesito y si urge, por eso pido prestado.
Habrá ocasiones en las que no será tan sencillo decidir. Podría decir que necesito una computadora para trabajar pero no me urge porque todavía puedo usar una viejita que tengo. Aunque tal vez pueda trabajar más rápido y hacer mejor mi trabajo con una nueva. Solo yo puedo definir lo que necesito en ese momento. Por eso siempre que vayas a comprar algo pregúntate si es algo que realmente necesitas o solo es algo que quieres.
Con esto podrás tomar una mejor decisión y saber si te conviene pedir prestado o ahorrar. Ninguna opción es mala por si sola. Los prestamos son una herramienta muy útil y que si la usamos bien nos puede ayudar en muchas situaciones.