Hoy quiero hablar sobre lo que hemos encontrado para hacer que la educación en línea no solo sea buena, sino que hasta mejor que la educación presencial tradicional. Con la pandemia los alumnos y las escuelas tuvieron que adaptarse de forma abrupta a la educación en línea. A algunos les ha funcionado pero en la mayoría de los casos cuando llevan clases por videollamada en la escuela nos comentan que los niños ya están hartos. Y no los culpo, intentaron migrar un sistema educativo que de por si ya tenía muchas carencias y problemáticas en formato presencial. Para pasar a hacer digital no basta con replicar el modelo anterior, de hecho ya hablé más sobre este tema en este video.
En resumen, lo valioso del modelo tradicional es el factor social. El hacer amigos, conocer a tus compañeros, pedir ayuda y ayudar a otros, etc. Lo valioso de la educación en línea es la entrega de contenido flexible y personalizado. Cuando queremos replicar el mismo sistema de un maestro que da la cátedra a 20 o 30 niños calladitos durante una hora, todos viendo el mismo tema al mismo tiempo, no funciona. Se pierde lo flexible y personalizado de la educación en línea.
La metodología que hemos desarrollado para nuestro programa de primaria y secundaria es totalmente diferente. El contenido curricular es único para cada alumno. Todos aprendemos diferente y con diferentes herramientas. Algunos van a llevar mate en una plataforma digital, otros preferirán un libro. Algunos van a estar viendo un tema más atrás o más adelante, avanzando a su propio ritmo. Esto por definición nos impide tener a un maestro dando cátedra.
El factor social del modelo tradicional es igual o a veces más importante. ¿Y cómo implementamos esto en un entorno en línea? El secreto está en la participación activa y constante a través de retos. Cuando nuestros alumnos se conectan por zoom no es para escuchar hablar a un maestro sino para resolver un reto entre todos. Esto funciona porque hacemos grupos de 5 a 10 alumnos y los retos van desde debates, simulaciones de situaciones reales de la vida, juegos donde se requiere el pensamiento crítico, discusión de casos de negocios para tomar una decisión, etc. Estas son sesiones muy dinámicas y divertidas que incentivan el trabajo en equipo, la socialización, la discusión, etc.
Porque las videollamadas son excelentes para interactuar con otros, platicar, jugar, ponerse de acuerdo para resolver algún reto. No son muy buenas para estar escuchando hablar a alguien por una hora con tu micrófono apagado. A mi en lo personal me ha tocado estar presente en juntas o sesiones de "trabajo" donde solo hay que estar conectados y escuchar hablar a una persona. Probablemente a ti también te ha pasado, a mi personalmente me parece algo muy aburrido y mi atención se va a otra tarea. Pero las sesiones que más he disfrutado es cuando hay que discutir algún tema como equipo, donde todos participan, escuchan y dan sus argumentos.
Pareciera ser que no podíamos tener todas las ventajas de estos sistemas en uno. Que si querías un buen desarrollo socio-emocional solo se podía en un formato presencial y tradicional. Si bien es cierto que este se da naturalmente y casi sin querer cuando el alumno asiste al colegio tradicional, podemos tener el mismo desarrollo o hasta uno mejor si aprovechamos correctamente las herramientas digitales. Por zoom no se va a dar naturalmente la socialización, afortunadamente hemos diseñado experiencias para fomentar esto específicamente.
Si quieres saber más sobre nuestra escuela y programa para primaria y secundaria puedes ver toda la información en robinacademy.com/escuela. Aquí incluso puedes registrarte para agendar una sesión de preguntas y respuestas conmigo. También puedes escribirme un correo a rogelio@robinacademy.com
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